La compra de una empresa en quiebra es una opción que muchas compañías comienzan a plantearse. Esto se debe a que es una oportunidad de crecimiento en el sector y para abrirse a nuevos mercados.
Sin embargo, comprar una empresa en proceso de liquidación también tiene riesgos. Por ejemplo, será imprescindible hacerse cargo de las obligaciones con los acreedores.
Un proceso de compra siempre es complicado y requiere estar asesorado por los mejores expertos. Cuando involucra a una empresa en quiebra ocurre lo mismo. Sigue leyendo y descubre todo lo que tienes que tener en cuenta.
¿Cómo saber si una empresa ha quebrado?
Cuando hablamos de una compañía al borde de la quiebra la primera expresión que se nos viene a la mente es «concurso de acreedores». Todos lo hemos oído, pero ¿sabemos qué supone?
En resumidas cuentas el concurso de acreedores es un procedimiento jurídico destinado a solventar los problemas de insolvencia y falta de liquidez de un negocio. Su finalidad es que los acreedores puedan cobrar y, por otra parte, la búsqueda de soluciones para conseguir la continuidad de la empresa y evitar la quiebra. Una de las posibles soluciones es la venta.
Hay métodos disponibles para saber si una empresa se encuentra en concurso de acreedores. A través del Ministerio de Justicia y este enlace puedes descubrir si una compañía se encuentra en esta situación. ¿Qué datos necesitas?
- NIF, CIF, NIE o Pasaporte para hacer una búsqueda por Administrador Concursal o Deudor.
- Por número de expediente o procedimiento concursal para buscar el concurso.
- Por número de juzgado y provincia para buscarlo mediante el juez.
Conocer si está en concurso de acreedores no es el único método -ni el único identificador- para saber que la empresa está en riesgo de quiebra. Por ello, existen otros métodos como utilizar las nuevas tecnologías para buscar información pública sobre la compañía o solicitar a Hacienda y la Seguridad Social un certificado donde se demuestre que está al corriente de pago.
¿Qué hacer con un negocio quebrado?
Si por desgracia tu compañía tiene problemas de solvencia y debe pagar las deudas, todavía quedan alternativas. La primera es el preconcurso de acreedores. Este nuevo procedimiento da 3 meses de plazo, para que los empresarios puedan tomar decisiones y reviertan la situación antes de declarar el concurso.
Respecto a los trabajadores del negocio, ante la disolución de la empresa el despido será procedente. Aún así, si que deberán hacer frente al finiquito, bonificaciones o a lo marcado en los estatutos. En el ámbito de las facturas impagadas, los proveedores y clientes tienen un plazo de 5 años para hacer reclamaciones.
En todo caso, puedes obtener más información sobre el proceso de compra de una empresa con deudas aquí.
¿Cómo recuperar una empresa en bancarrota?
Puede que las cosas no hayan ido bien en la empresa, pero todavía tengas confianza en el proyecto. El primer paso deberá consistir en una buena investigación sobre la situación de la compañía, tomar nota del inventario, hacer un balance y, en definitiva, saber con seguridad qué falla en la Sociedad.
Algunas opciones son la diversificación del negocio para aumentar las fuentes de ingresos; encontrar los puntos en los que existen fugas de dinero y, aunque puede resultar drástico, baremar la posibilidad de efectuar un recorte de personal.
¿Cómo saber si una empresa está en liquidación?
La liquidación puede realizarse a la vez que la disolución de la empresa y consiste en el reparto del patrimonio de la Sociedad entre los socios. Los motivos por los que se liquida una empresa son diversos y debes fijarte en ellos para conocer el proceso:
- El negocio no es rentable y se toma la decisión de cerrar.
- Los socios no logran ponerse de acuerdo en la toma de decisiones.
- No existe un relevo generacional dentro de la compañía. Por ejemplo, en el momento de la jubilación.
Una vez identificada la empresa en liquidación, puede que adquirirla sea interesante para tu negocio. Para hacerlo, es necesario un trabajo de preparación previo muy meticuloso.
Debes conocer la situación financiera de la empresa y todas las demandas operativas de la compañía que se desea comprar. Además, si la Sociedad está en quiebra entran en juego otros factores como demostrar tener los conocimientos de gestión necesarios y la capacidad para afrontar económicamente la operación. Por otra parte, llegar a acuerdos con los acreedores -también en los métodos de pago- es vital.
Cuando la empresa está en concurso de acreedores la venta tiene una particularidad más: deberá ser aprobada por el juez. Es decir, a diferencia de una venta privada, el comprador presentará la oferta y será el juez quien pueda dar indicaciones y, en última instancia, aceptar o denegar la propuesta.
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