En el mundo empresarial, es común encontrarnos con términos que pueden resultar confusos o desconocidos para muchas personas. Uno de estos términos es el pago diferido.
El pago en diferido se considera una forma de financiamiento porque permite a la empresa adquirir un bien o servicio sin necesidad de desembolsar el dinero de forma inmediata. Por ello, constituye una opción interesante para aquellas empresas que tengan un problema de tesorería o que pretendan aumentar sus posibilidades de inversión.
¿Quieres saber cuáles son sus principales características y cómo funciona? Sigue leyendo y te lo explicamos en menos de cinco minutos.
¿Qué quiere decir un pago diferido?
El pago en diferido aplicado a empresas es una herramienta que permite realizar una compra y no pagar el total inmediatamente.
Dependiendo del acuerdo que se alcance es posible pagar la cantidad total en una fecha futura o dividir el coste en cuotas y darlo poco a poco. Es decir, en lugar de pagar todo en una sola cuota, se acuerda un plan de pagos que puede ser a corto, medio o largo plazo.
¿Cómo funciona el diferido?
El pago diferido funciona de la siguiente manera: el comprador y el vendedor acuerdan el precio total de la transacción y los plazos de pago. Por ejemplo, si lo acordado son 10.000 euros, se pueden planificar los pagos a seis meses. En ese caso la empresa compradora pagaría 1.667 euros por mes más las tasas.
El vendedor puede ofrecer un pago diferido por diferentes motivos. Por ejemplo, puede ser una estrategia para atraer clientes o una forma de ayudar a los compradores a financiar una compra importante. Además, las tasas de interés funcionan para lograr un mayor beneficio a largo plazo.
Este tipo de pago no es el más adecuado para todas las situaciones y no debe usarse a la ligera. Sí es conveniente cuando tengas previsto utilizar los recursos de la compañía para afrontar otra serie de gastos y necesites realizar una transacción inmediatamente.
¿Qué pasa con el saldo diferido?
Durante el periodo de pago, el saldo diferido se mantiene como una deuda por parte del comprador. Es decir, el comprador tiene una obligación de pagar las cuotas en los plazos acordados.
Es importante destacar que lo más común es fijar unos intereses sobre el saldo diferido. Esto puede hacer que el coste total de la transacción sea mayor que si se hubiera pagado en un solo plazo.
Por ello, en caso de que realices una operación de estas características es vital que revises todas las condiciones. Sobre todo debes fijarte en estos apartados:
- Penalizaciones por no pagar en las fechas indicadas.
- Tasa de interés mensual.
- Fecha, cantidades y métodos de pago.
¿Cómo se calcula el interés diferido?
Más allá de atraer clientes, la gran ventaja por la que el vendedor acepta este método de pago es el cobro de intereses. ¿Sabes cómo se calculan?
El interés diferido se calcula utilizando la tasa de interés acordada en el contrato de pago y el saldo diferido. En general, esta cifra se suma a cada cuota.
Dependiendo del acuerdo alcanzado podemos diferenciar entre dos tipos de tasas de interés:
- Intereses variables: el porcentaje adicional a pagar puede variar con el paso del tiempo. Es decir, existe la posibilidad de haya diferencias entre cuotas.
- Intereses fijos: hasta que se termine de pagar la deuda, los intereses no sufrirán ningún tipo de variación.
Ejemplo de pago diferido
La mejor manera de entender cómo funciona el diferimiento de pago es mediante un caso práctico. Imagina una empresa que necesita comprar una nueva tecnología y, debido a su situación económica, estudia diversas formas de financiación.
Dicha sociedad ya tiene una póliza de crédito para costear sus nuevas infraestructuras y su situación económica es estable. Dadas sus circunstancias, no ven conveniente realizar el desembolso en un único plazo y le resulta más interesante efectuar un pago diferido, pese a que tenga que abonar los intereses.
Bajo esa premisa ha acordado realizar la compra con este método y lo abonará en cuotas mensuales durante los próximos 3 años. A cambio de poder realizar un pago fraccionado, también ha pactado una tasa de interés fija que se sumará a todas las mensualidades.
¿Qué es mejor diferir o pagar el mínimo?
Algunos ven cualquier opción de pago a crédito como un gasto mayor porque, según su interpretación, debido a los intereses acaban perdiendo dinero. No obstante, cuando se trata de grandes cantidades puede resultar interesante no renunciar al líquido con el que cuente la compañía y poder destinarlo a otras inversiones.
Es decir, el pago en diferido es un buen método para obtener liquidez y gana relevancia cuando hablamos de operaciones que suponen un gran desembolso de dinero. Por otra parte, si se trata de un gasto menor, no tienes previstas otras inversiones y tienes una buena situación de tesorería, lo más conveniente es pagar al contado.
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