Buscar financiación es una de las grandes preocupaciones para los empresarios y no todas las situaciones son iguales. Dependiendo de para qué se necesite, será mejor optar por un método u otro.
Frente a la necesidad de mejorar la liquidez de las empresas, han surgido nuevas herramientas que pueden ser muy útiles para alcanzar los objetivos y optimizar la gestión financiera. Una de las que ya te explicamos fue el factoring.
Sin embargo, cada método de financiación tiene una serie de características y modalidades que pueden generar dudas. Es el caso del factoring financiero con recurso y sin recurso.
Sigue leyendo y en menos de cinco minutos te explicaremos sus principales diferencias.
¿Qué es el factoring con recurso y sin recurso?
El factoring con recurso implica que la empresa que vende las facturas sigue asumiendo el riesgo de impago por parte de sus clientes. En caso de que los deudores no paguen las facturas, la empresa deberá reembolsar al factor el importe correspondiente.
Por otro lado, el factoring sin recurso libera a la empresa de este riesgo, ya que el factor asume la responsabilidad de cobrar las facturas y asume el peligro de impago.
Por ejemplo, una empresa que suministra productos electrónicos a minoristas experimenta un crecimiento en las ventas. Sin embargo, dado a las condiciones de pago acordadas con los clientes, no tienen la suficiente liquidez para cubrir ciertos gastos operativos. Para solucionarlo, se ponen en contacto con una entidad que les ofrece la opción del factoring con recurso.
El factor evalúa la calidad crediticia y les ofrece un porcentaje de sus facturas (90 %, por ejemplo). Ahora es la entidad la responsable de cobrarlas pero, en caso de impago, la empresa tendrá que reembolsar el montante que corresponda.
Por otra parte tenemos el ejemplo de una empresa de la industria textil que contrata la opción de factoring sin recurso. En este caso su historial financiero ofrece más garantías y el factor asume el cobro y, además, el riesgo de impago.
¿Cuándo es recomendable el uso del factoring?
El factoring puede ser una opción recomendable en varias situaciones. Por ejemplo, si tu empresa tiene facturas pendientes de pago y necesita capital de manera inmediata, este método puede proporcionar los fondos necesarios sin tener que esperar a que los clientes paguen sus deudas.
Además, si la empresa no cuenta con una sólida historia crediticia o tiene dificultades para acceder a otros tipos de financiamiento, el factoring puede ser una alternativa viable.
Respecto al factoring con y sin recursos hay algunas dudas sobre sus posibles riesgos y a qué compañías puede serles más útil. A continuación te las resolvemos.
¿Qué tipo de empresas usan el factoring?
El factoring se utiliza en diferentes sectores y por empresas de diversos tamaños. Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) suelen ser las principales beneficiarias del factoring, ya que les permite mejorar su flujo de efectivo y gestionar de manera más eficiente su capital de trabajo.
Sin embargo, también es utilizado por grandes corporaciones que buscan optimizar su gestión de cobros y obtener liquidez rápida.
¿Qué riesgos tiene el factoring con recursos?
El factoring con recurso implica ciertos riesgos para la empresa vendedora de las facturas. En caso de impago, deberá reembolsar al factor el importe correspondiente, lo que puede generar dificultades financieras adicionales.
Además, si la compañía no cuenta con una política sólida de evaluación crediticia de sus clientes, podría verse expuesta a un mayor riesgo de impago.
¿Qué riesgos tiene el factoring sin recursos?
El factoring sin recurso también conlleva riesgos. Aunque la empresa se libera del peligro de impago, el factor puede aplicar una tasa más elevada o rechazar la compra de ciertas facturas si considera que existe un mayor riesgo crediticio.
¿Qué beneficios ofrece el factoring con recursos para las empresas y cuándo es una buena opción?
El principal beneficio del factoring con recurso es que permite a la empresa obtener liquidez inmediata, lo que puede ser especialmente útil en situaciones donde se requiere capital de manera urgente. Además, al asumir la responsabilidad de cobrar las facturas, la empresa puede evitar el desgaste y los costos asociados con la gestión de cobros.
Otro aspecto a considerar es que el factoring con recurso puede ser más flexible y personalizable para adaptarse a las necesidades específicas de la empresa.
¿Qué beneficios ofrece el factoring sin recursos para las empresas y cuándo es una buena opción?
El factoring sin recurso también tiene sus propios beneficios y puede ser una buena opción en ciertos escenarios. Al eliminar el riesgo de impago, la empresa se protege de posibles pérdidas y puede transferir la responsabilidad de cobrar las facturas al factor. Esto permite a la compañía concentrarse en sus actividades principales y dejar en manos expertas la gestión de cobros.
Además, el factoring sin recurso puede ser especialmente atractivo para empresas que no cuentan con una sólida relación con sus clientes o que operan en industrias donde el riesgo de impago es mayor.
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