Vender una empresa es una de las actividades más estresantes que existen y, en el caso del CEO, puede llegar a ocupar hasta la mitad de su tiempo cuando decide llevar personalmente la transacción. Por ello, es considerada una de las circunstancias que más desgaste genera en los empresarios.
Aunque el proceso pueda ser complicado, hay motivos suficientes para vender tu empresa y, si te apoyas en expertos, conseguirás finiquitar la transacción de la mejor manera posible y vender por el precio esperado.
¿Alguna vez te has planteado cómo saber si ha llegado el momento de vender tu empresa? Hoy te contamos los principales motivos por los que los empresarios deciden prepararse para el proceso.
¿Cuándo prepararse para la venta?
Primero de todo debemos hacer una aclaración. Cuando pienses en vender tu empresa tiene que ser una decisión muy planificada para el futuro. Por ejemplo, quizás en estos momentos no te plantees la jubilación pero sí creas que dentro de 5 años puede llegar el momento. En este caso lo más razonable es empezar ya a preparar tu compañía para la venta.
Para conseguir vender una empresa por el precio más alto posible es necesaria una preparación previa muy amplia. Si lo haces con muchos meses de antelación obtendrás mejores resultados que si solo le dedicas unas semanas.
Hay muchas cosas que hacer antes de sentarse a negociar con inversores. Debes implementar procesos de escalabilidad que incrementen el valor de tu compañía, hacer las valoraciones pertinentes, contactar con cientos de inversores, etc.
Además, parte del proceso requiere que sí o sí le dediques tiempo de planificación. Por ejemplo, en asuntos fiscales una de las herramientas que más te ayudará a ahorrarte dinero es la creación de un holding empresarial. Para aprovecharte de todas sus ventajas fiscales necesitas constituirlo 2 años antes de la venta.
En resumen, si te identificas con alguno de los siguientes puntos o crees que puedes hacerlo en un plazo de cinco años, ha llegado el momento de preparar a tu empresa para una futura venta.
Aprovecha el crecimiento
Como ya sabes, el mejor momento para vender siempre será cuando tu compañía esté en una fase de crecimiento. Sin embargo, no debes conformarte; siempre hay cosas que se pueden hacer para mejorar.
Los inversores inteligentes seguirán invirtiendo en la compañía una vez hayan efectuado la compra. Por tanto, estarán dispuestos a pagar mucho más por ella si ya se han implantado procesos de escalabilidad. Usa esto a tu favor y no dejes escapar la oportunidad de utilizar procesos de valor comprobados.
Por otra parte, con este tipo de inversores es muy común que busquen que el equipo directivo siga ligado a la empresa después de la transacción. Es decir, es una buena opción si quieres llevar a tu empresa al siguiente nivel, pero no quieres desvincularte plenamente.
Agotamiento
Nuestro equipo está totalmente formado por empresarios y sabemos todo lo que eso supone. Aunque el negocio vaya bien, soportar la carga de liderar una compañía es muy estresante.
Es muy normal que algunos empresarios decidan disminuir el tiempo de trabajo y responsabilidades y eso puede pasar por una venta de la entidad. Por otra parte, si no se toman medidas contra esa falta de motivación, puede repercutir en la vida personal.
Vender tu empresa para iniciar nuevos proyectos
Tus intereses pueden cambiar con los años. Quizás hace 10 fundaste una empresa, la idea te motivaba y has conseguido tener un gran éxito con ella. Sin embargo, ahora tus motivaciones han cambiado, te interesan otros sectores y crees que ha llegado el momento de arriesgar e iniciar una nueva aventura.
Regularmente surgen nuevas oportunidades de negocio, pero fundar una compañía requiere de una gran inversión. Una buena manera de financiar tu nuevo proyecto es mediante la venta de tu empresa actual.
Además, para tu nueva aventura contarás con una serie de recursos y experiencia que antes no tenías.
Vender mi negocio para hacer una reorganización estratégica
Puede que tu empresa funcione y dé unos resultados fantásticos. Pese a ello, es posible que alguna de las áreas de actividad no esté generando los resultados esperados.
En definitiva, debido a la diversificación es posible que algún área tenga dificultades para integrarse con el resto y la mejor opción sea venderla para que no perjudique al negocio.
Vender mi empresa por falta de herederos
Muchos empresarios dedican toda su vida a crear una empresa, conseguir que crezca y asegurar su éxito. Aun así, en el momento de madurez pueden encontrarse que no tienen un relevo generacional en su entorno.
Esta situación a veces les obliga a seguir al frente de la empresa aunque ya sientan que ha llegado el momento de disfrutar del trabajo realizado y jubilarse.
De la misma manera que liderar una empresa es muy gratificante, venderla por el precio esperado y conseguir el retiro soñado también lo es.
Con ello pueden ver cómo su legado empresarial perdura y no desaparece una vez decidan jubilarse.
¿Te planteas una transacción de estas características? En NIO Ventures somos expertos en el tema, contáctanos y te ayudamos a decidirlo.