El término apoderado nos es familiar. Su figura no solo se utiliza a nivel empresarial, sino que está presente en otros ámbitos como el jurídico. Por ejemplo, el caso más conocido es otorgar a un tercero el poder de recoger una documentación a nuestro nombre.
En el ámbito de los negocios esta figura también existe. El apoderado de una empresa recibe, mediante documento notarial, facultades para tomar decisiones o representar a la compañía. Siempre se debe producir dentro del marco de desarrollo de su actividad.
La mayoría de empresarios conocen qué significa ser el apoderado de una empresa, pero todavía surgen varias dudas entorno a su figura.
¿Cuál es la función de un apoderado?
La función del apoderado de una empresa variará según el poder notarial que se le otorgue. En base a cómo se formalice, su alcance variará:
- Apoderado especial: su poder está limitado a la toma de decisiones o representación en un determinado acto, por ejemplo en una compraventa. No necesita inscripción en el Registro Mercantil y su tiempo de duración se indica en el documento o pierde la vigencia cuando se concreta la operación.
- Apoderado general: puede representar a la compañía en prácticamente cualquier acto. A veces puede confundirse con la figura del administrador. Debe inscribirse en el Registro Mercantil y su vigencia no caduca.
¿Qué responsabilidad tiene el apoderado de una empresa?
El apoderado no tiene que responder de las deudas de la sociedad. No obstante, si se demuestra que se ha excedido de sus funciones sí deberá hacerlo.
Además, un apoderado general sí que podría llegar a responder de las deudas con su propio patrimonio. ¿Cuándo? A veces el administrador de una compañía delega totalmente sus funciones mediante un poder; en estos casos hablamos de «administrador de hecho».
Por tanto, en los casos en los que el apoderado pueda actuar sin ningún tipo de autorización por parte del administrador sí que tendrá que responder con su patrimonio.
¿Quién nombra a un apoderado?
La capacidad para nombrar a un apoderado recae directamente en el administrador con la finalidad de actuar en nombre de la empresa, ya sea con carácter general o en operaciones específicas.
Debido a la independencia y capacidad de decisión que llegan a aglutinar son confundidos con el administrador. ¿Sabes por qué son distintos?
Diferencia entre el administrador y el apoderado
El administrador y el apoderado general pueden confundirse, pero no son lo mismo. Estas son sus principales diferencias:
- Nombramiento: el administrador es nombrado por la Junta y dependiendo de si es Sociedad Limitada o Anónima su periodo en el cargo podrá ser indefinido o vendrá marcado en los estatutos. Al apoderado lo nombra el administrador y su vigencia vendrá fijada en la documentación del poder.
- Aceptación: el administrador debe aceptar el cargo de forma expresa. Con el apoderado se entiende por aceptado una vez que el poder ha sido conferido.
- Responsabilidad: el administrador rinde cuentas a la Junta General y a los socios; solo responderá con su patrimonio cuando incumpla gravemente sus obligaciones. El apoderado responde ante el administrador y no tiene responsabilidad siempre que se limite a cumplir órdenes del administrador.
- Funciones: el administrador puede realizar cualquier acto correspondiente a la actividad de la empresa en nombre de la sociedad (a veces necesita la aprobación de la junta). El apoderado siempre tendrá que ceñirse a las facultades que se le otorguen en el poder.
¿Cómo dejar de ser apoderado de una empresa?
El camino más sencillo para poner fin a la figura de apoderado de una empresa es el cumplimiento de la acción o representación para el que se le ha otorgado el poder. De la misma manera, la persona dejará de ocupar el cargo cuando se cumpla el plazo que se ha indicado en el documento.
Para los casos en los que no se cumplan una de esas dos opciones, hay dos alternativas posibles: la revocación y la renuncia.
Si la empresa considera que la figura del apoderado ya no es necesaria (aunque no haya terminado el plazo o llevado a cabo su función) será necesario firmar una escritura de revocación e inscribirla en el Registro Mercantil.
También puede darse el caso de que el apoderado quiera abandonar el cargo. Puede hacerlo unilateralmente, pero tendrá que cumplir unos requisitos. Si es tu caso, tendrás que tomar medidas para evitar perjuicios (por ejemplo, dar tiempo para que nombre a otro en el cargo). En caso de no hacerlo, la sociedad podría pedir responsabilidades por actuación negligente.
La figura del apoderado de una sociedad cobra más importancia en el caso de una compraventa de empresas. Apóyate en los mejores especialistas y obtendrás unos resultados óptimos.
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