En el mundo empresarial, existen distintas formas de adquirir una empresa. Una de ellas es la compra de una sociedad inactiva, la cual puede ser una alternativa interesante para quienes desean emprender, pero no quieren comenzar desde cero.
En este artículo, hablaremos sobre por qué comprar una sociedad inactiva es una alternativa a considerar, cuándo prescribe una sociedad inactiva, cómo se compra y cuál es el proceso.
Si todavía tienes dudas sobre qué es una sociedad inactiva y cuáles son sus obligaciones puedes consultar este artículo.
Estos son los aspectos y motivos más importantes para adquirir una sociedad inactiva.
¿Qué es una empresa inactiva?
Antes de entrar en detalles sobre cómo comprar una sociedad inactiva, es importante entender qué es. En términos generales, una sociedad inactiva es una compañía que se encuentra inscrita en el registro mercantil, pero que no desarrolla ninguna actividad económica.
Las sociedades inactivas pueden ser de distintos tipos, desde sociedades anónimas hasta sociedades limitadas, y su capital social puede estar totalmente desembolsado o no.
En ocasiones, se crean con la finalidad de desarrollar un negocio en el futuro, pero por diversas razones ese proyecto no llega a concretarse. En otros casos, las empresas se vuelven inactivas debido a problemas financieros, falta de liquidez, etc.
A pesar de ello, sigue siendo una entidad jurídica válida y está sujeta a ciertas obligaciones fiscales y contables. Además, deben comunicar el cese de actividad presentando el modelo 036 en la Agencia Tributaria.
¿Por qué comprar una sociedad inactiva?
Comprar una sociedad inactiva puede ser una alternativa interesante para aquellos que desean emprender, pero no quieren constituir una sociedad desde cero.
Al adquirir una sociedad inactiva, se obtiene una empresa que ya se encuentra registrada y que tiene un objeto social definido, lo que significa que se puede comenzar a operar en un corto plazo de tiempo.
Algunas de las ventajas más importantes son las siguientes:
- Agiliza el proceso: como la sociedad ya está constituida te ahorrarás mucho tiempo. En menos de un día puede estar operativa.
- Ahorra dinero: en algunos casos (no en todos) la reducción de trámites puede provocar que el proceso sea más barato.
- Obtén financiación: si el historial crediticio de la entidad es bueno, podrás utilizarlo para buscar financiamiento.
Este ahorro de trámites se consigue principalmente por estas razones:
- Obtienes el CIF definitivo desde el primer momento.
- Ya cuenta con un nombre inscrito en el registro mercantil.
- Los datos como el domicilio fiscal, el objeto social o la escritura son modificables.
- Permite iniciar la actividad de manera instantánea.
Así es el proceso de compra
Comprar una sociedad inactiva es un proceso complejo y que requiere de un estudio del mercado profundo. Por ello, la mejor opción es apoyarte en expertos que tengan conocimientos sobre el tema y que estén acostumbrados a realizar este tipo de transacción.
¿Cómo se compra una sociedad inactiva?
Estas son todas las tareas que debe realizar una persona física o jurídica que se plantee la compra de una empresa sin actividad:
- Busca un profesional que te ayude en el proceso.
- Investiga las sociedades disponibles para realizar una compra de tales características e identifica la que mejor se ajuste a tus necesidades. Por ejemplo, es importante revisar su historial crediticio y obligaciones pendientes.
- Formaliza ante notario el contrato de compraventa, que establezca todas las condiciones de la operación. Es muy importante que incluya el cambio del objeto social si fuera necesario, el cambio de titularidad de las participaciones y, por supuesto, el cese del órgano de administración para poder nombrar uno nuevo.
Por último, también habrá que comunicar a Hacienda el inicio de la actividad mediante el ya mencionado modelo 036 e inscribir las escrituras en el registro mercantil.
¿Cuándo prescribe una sociedad inactiva?
Transcurridos una serie de plazos sin que exista actividad empresarial, la sociedad estará obligada a disolverse. El periodo fijado variará según cómo se haya constituido la empresa.
Como norma general, transcurrido un año sin actividad comenzarán los procesos de liquidación. En el caso de las sociedades limitadas, se disolverá por la falta del ejercicio de la actividad que constituya el objeto social durante tres años consecutivos.
Una vez se haya cumplido el plazo, los administradores deben convocar a la Junta General de Accionistas para comenzar el proceso de disolución mercantil.
¿Por qué es muy importante que el administrador cumpla con ello? En caso de no hacerlo en tiempo y forma, el administrador o administradores podrían convertirse en responsables subsidiarios de las deudas generadas a partir del momento en que existe la obligación de disolver la entidad.
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