En el mundo empresarial existen diferentes herramientas para mejorar la posición financiera de la compañía y proporcionar valor a sus accionistas.
Una alternativa para mejorar la eficiencia del capital utilizado, reducir el número de acciones en circulación y protegerse contra factores externos es la amortización de acciones propias.
Si tienes una sociedad mercantil este será el método que deberás utilizar para adecuar el número de acciones o participaciones al capital social de tu empresa. ¿Sabes cómo se hace y cuáles son sus principales características?
Sigue leyendo y en menos de cinco minutos te explicaremos los aspectos esenciales.
Reducción de capital por amortización de participaciones
El objetivo de una reducción de capital es mantener el equilibrio entre este y el patrimonio neto de la compañía si se ha visto disminuido por las pérdidas.
Los motivos de la disminución del patrimonio son diversos. Los más importantes son el aumento de la reserva legal, la devolución del valor de las aportaciones o por condonar aportaciones pendientes. Esto último solo ocurre en las sociedades anónimas.
Para poder reducir el capital social la entidad deberá reducir el valor nominal de todas sus acciones o realizar una amortización de acciones o participaciones (según el tipo de sociedad).
En este segundo caso se elimina una parte de las acciones y se mantiene el valor nominal del resto. Es decir, tras este proceso cada título representará un porcentaje accionarial mayor, pero su valor no se verá aumentado.
¿Qué es la amortización de acciones propias?
La amortización de acciones propias es una forma específica de amortización de participaciones en la que una empresa compra y cancela sus propias acciones en circulación.
La recompra de acciones propias también puede ser una forma de ajustar la estructura de capital de la sociedad. Una entidad puede optar por utilizar el capital para recomprar sus propias acciones en lugar de invertir en nuevos proyectos o pagar dividendos.
De esta manera, al reducir el número de acciones en circulación, la empresa puede aumentar la participación de los accionistas restantes y mejorar el valor.
¿Cómo se amortizan las acciones?
Para llevar a cabo el proceso de amortizar acciones propias hay una serie de pasos obligatorios:
- Junta General de Accionistas: hay que cumplir con lo establecido en los estatutos de la empresa y con los pasos para su modificación. También es obligatorio incluir el importe del capital que se reduce, el procedimiento que utilizará la entidad, la finalidad de la reducción y las cantidades que corresponden a los socios.
- Publicación del acuerdo: es necesario dar publicidad al movimiento mostrándolo tanto en el Registro Mercantil como en los canales de comunicación de la sociedad. Otro elemento relevante es que, si no afecta por igual a todos los accionistas, es necesario que los titulares den su visto bueno a la amortización.
Sin embargo, existen otros casos más específicos. Por ejemplo, si la amortización se efectúa con cargo a reservas libres o beneficios hablaremos de una amortización sustantiva de acciones. En cambio, si la amortización está propiciada por una resolución judicial hablaremos de una amortización judicial de acciones.
¿Qué es la amortización de participaciones?
La amortización de participaciones sigue un proceso muy similar, pero adaptado a las circunstancias de las sociedades limitadas.
La junta de Socios debe llegar a un acuerdo para la amortización y, el mismo día, los administradores darán escritura pública de adquisición por la empresa al socio titular por sus propias participaciones.
Lo que debe quedar claro es que la amortización de acciones o participaciones no es lo mismo que una recompra de acciones propias. En ese caso se acude al mercado abierto o a los socios, para volver a adquirir sus títulos y reducir el porcentaje en circulación.
¿Qué quiere decir amortización de acciones en autocartera?
La amortización de acciones en autocartera suele interpretarse como una posición de fortaleza y confianza de cara al mercado. Básicamente, es el proceso por el cual una compañía retiene las acciones que posee de sí misma. El segundo paso de su amortización es su eliminación.
Técnicamente también es un tipo de amortización de acciones porque lo que se hace es reducir el número. Sin embargo, los motivos por los que se realiza son distintos.
Por ejemplo, un objetivo de la entidad puede ser evitar que el precio nominal sea demasiado barato. De la misma manera, también es útil para aumentar el porcentaje de beneficios que corresponden a cada acción en el momento de repartir dividendos.
¿Todavía tienes dudas? En NIO Ventures somos expertos en el tema, contáctanos y te resolveremos cualquier pregunta que tengas.