Empresas emergentes y, sobre todo, las startups tienen una gran necesidad de financiamiento con el objetivo de aumentar el crecimiento. De la misma manera, cada vez hay más inversores que están dispuestos a asumir más riesgos a cambio de un mayor retorno de la inversión.
Bajo esta serie de premisas funciona el capital de riesgo. Por su nombre en inglés también se le conoce como Venture Capital y es una forma de financiamiento para empresas emergentes o startups.
Este tipo de inversión implica renunciar a cierta seguridad debido a que se invierte en negocios nuevos o en desarrollo que no tienen una trayectoria comprobada. Por lo tanto, tienen un alto potencial de fracaso.
En este artículo, exploraremos qué es el capital riesgo, cómo funciona, sus ventajas y algunos ejemplos.
¿Qué es Venture Capital?
Llamamos capital de riesgo o Venture Capital a las inversiones realizadas en empresas pequeñas o medianas y generalmente de reciente creación (startups) para formar parte de su accionariado.
Están centrados en empresas con un alto potencial de crecimiento porque el objetivo de los fondos de capital riesgo es aumentar el valor de la compañía, madurar la inversión y vender las acciones cuando se hayan alcanzado las metas.
Como decimos, el objetivo de los inversores de este tipo es obtener beneficios mediante una salida de la compañía. Esto se puede conseguir de varias maneras:
- El equipo fundador recompra las acciones.
- Otro fondo de capital riesgo compra las acciones.
- Mediante la venta a un inversor estratégico.
- A través de una Oferta Pública Inicial.
Ejemplos de capital riesgo
Existen muchos ejemplos de empresas que han sido apoyados en capital riesgo y han logrado convertirse en compañías exitosas. Algunos de los casos más conocidos incluyen a Google, Facebook, Amazon, Uber y Airbnb.
Todas estas entidades recibieron financiamiento por parte de Venture Capital cuando eran startups, lo que les permitió crecer y convertirse en empresas exitosas. También hay ejemplos de empresas menos conocidas, pero que han tenido gran éxito. Por ejemplo, Proptech, que está especializada en captar activos inmobiliarios en desuso y que se financió mediante un fondo de capital riesgo.
En España la apuesta por startups y el fomento del emprendimiento ha crecido en los últimos años. Por ello, existen varios fondos de Venture Capital que, a su vez, se especializan en diversos sectores. Algunos de los más conocidos son Nauta Capital, Axon Partners Group o Samaipata.
En todo caso, tanto si estás interesado en invertir o si eres un emprendedor, la mejor decisión que puedes tomar es apoyarte en expertos en el tema, para que te ayuden a tomar la mejor decisión.
¿Por qué se considera capital riesgo?
El Venture Capital se considera un tipo de inversión de alto riesgo debido a que se apuesta por empresas que no tienen una trayectoria comprobada. Es decir, en proyectos emergentes y que son más propensos a fracasar que si ya estuvieran establecidos.
Sin embargo, el potencial de recompensa también es muy alto. Si el negocio tiene éxito, los inversores pueden obtener grandes ganancias.
¿Cómo conseguir capital riesgo?
Conseguir capital de riesgo puede ser un proceso complicado y requiere tiempo y esfuerzo. Primero, los emprendedores deben desarrollar un plan de negocio detallado que incluya información sobre la compañía, equipo, competencia y planes de crecimiento.
Luego, deben buscar inversores que estén interesados en invertir en su empresa. Esto suele producirse a través de contactos personales o eventos de networking. Hay que reconocer que se trata de un proceso muy complicado y lo más conveniente es que te apoyes en especialistas con un bagaje en este tipo de situaciones. Por ejemplo utilizar el apoyo de NIO Ventures para buscar inversores.
¿Cómo medir el riesgo?
Los inversores utilizan una serie de herramientas y cálculos para decidir dónde invertir. En resumidas cuentas, cuanto mayor riesgo asuman, mayores serán las expectativas de retorno de la inversión.
Una de las principales herramientas es la Due Diligence, que implica una investigación exhaustiva de la empresa para evaluar su modelo de negocio, su equipo, mercado potencial, situación financiera y otros factores relevantes. Es decir, ayuda a los inversores a comprender mejor el riesgo y las oportunidades de la sociedad y a tomar una decisión informada sobre si invertir o no.
Principalmente, buscan basarse en criterios cuantificables y comparables. Por ejemplo, el burn rate (consumo de caja mensual), facturación, los márgenes de beneficio o el coste de adquisición de cada cliente.
Por otra parte, también hay otras circunstancias que llaman la atención de los inversores. Principalmente el equipo que hay detrás de un proyecto o los inversores previos suelen ser un gran atractivo. En definitiva, es más importante demostrar la capacidad para llevar a cabo una idea y convertirla en un negocio escalable, que la idea en sí.
¿Todavía tienes dudas? En NIO Ventures somos expertos en el tema, contáctanos y te resolveremos cualquier pregunta que tengas.
